Wednesday, July 18, 2007

Repasemos Argumentación

Nivel: 2º y 3º Medio

¡Hola a todos!, los invito a revisar los contenidos referidos a argumentación y el texto expositivo.



1. Vean el la presentación de Power point con atención

2. Lean el texto "Pasteurizar la Sociedad" y respondan las siguientes preguntas:

Pasteurizar la Sociedad


Nuestro país vive una escalada de vulgaridad, pero no se trata de un fenómeno aislado. El problema es que Chile es una nación mimética, porque es un país pobre convertido en un nuevo rico hace muy poco.

Además somos un pueblo curiosamente ingenuo y naïf. Tenemos buenos pintores y escritores naïf, como Violeta Quevedo. Frente al mundo somos ingenuos, picamos rápido el anzuelo. Creemos en el Nafta, por ejemplo, y estamos seguros que los norteamericanos se van a tapar con nuestras uvas aunque ellos tengan las de California.

Lo mimético y lo naïf influye en que recibimos de todo y hemos confundido de todo. Impera una especie de descontructivismo del hábito y de la tradición. Y nadie se da cuenta, porque hoy no existe la sátira y la ironía, que dan el equilibrio frente al ridículo. En Chile se hace el ridículo en serio.

En cuanto a los síntomas de la vulgaridad, los sociólogos dicen que lo primero que se deteriora en un país con conflictos sociales es el humor y creo que tiene razón. Hoy en nuestro humor impera la ley del más fuerte y de la sexualización absoluta. Y me parece una increíble falta de humor creer que lo cómico está relacionado con la coprolalia, con el sexo.

La lengua es también una fiel representante de la calidad de ser humano en la que queremos convertirnos y hay síntomas que delatan un deterioro, como el predominio del lenguaje periodístico por sobre un lenguaje de expresión. Se perdió el matiz, la metáfora, la hipérbole. La gente ahora habla de “flujo vehicular” y de “vacacionar”, copiándoles a los periodistas y a la publicidad.

El empobrecimiento del lenguaje tiene que ver también con el abuso del garabato, que es impotencia frente a la vida. Somos incapaces de expresar nuestros sentimientos de rabia, furia, pena y alegría a través de las palabras. La salida para eso es el garabato, que ya es una muletilla y ni siquiera tiene valor coprolálico. Lo mismo sucede con la palabra lata. No significa sólo aburrimiento, sino pena, rabia, indignación. Si se muere alguien, los jóvenes dicen ¡qué lata!

También se ha perdido el trato de usted. Uno entra en una tienda y le preguntan: “¿Qué te quieres probar? Te va a quedar regio.” Yo no sé que contestar, porque la primera ley del tú es que uno tutea al que puede devolver el tú.

El lenguaje termina entonces siendo la lengua del papagayo, sin capacidad de comprensión y expresión. Y así obtenemos un país que repite sin comprender y modula pero no habla. Parece que tras todo este proceso se esconde una falsa democratización, un intento de “pasteurización social”. Hay que igualar a todos y como no hay una educación o equidad en las oportunidades, se busca homogeneizar por el camino equivocado.

Blanco, Marta, columna del diario EL Mercurio, 18 de julio de 1998, en Lengua castellana y comunicación, 3º, medio, 2005-5006, Santiago, Mare Nostrum.



¿Cuál es la tesis del texto?
Señala argumentos que refuercen la tesis.

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